martes, 30 de noviembre de 2010

Estrella, sobre el enorme delirio por lo pequeño

¿Cómo contar un partido de voley? Bueh... si sos Roberto Arlt supongo no es tan difícil, ahora siendo yo la cosa se complica infinitamente. Entonces me conformo con poder sacar tibios pincelazos para contar que Estrella de Maldonado le ganó la final de voley a Tortuguitas. Menos mal que tengo dedos, porque ya no tengo voz de tanto gritar. Me hubiera gustado tomarme un tiempo para pulir el texto, pero no, sale así, sale escupido.
Y entonces me queda decir que Estrella es un Club de Palermo en la Avenida Juan B Justo con un equipo de minas que se las trae, que conquistan, que enamoran. Que es un club chico. Y sabemos cuál es la regla que aplica a veces a la pasión: cuanto más chico, más humilde, menos arrogante, menos pretensioso, y entonces sí, más amor. Que el Estrella llevó gente que le cantó toda la noche, y que le hubiera cantado salieran como salieran, ni más ni menos. Que al Estrella anoche le cantaron que cada día las querían más, le cantaron al sentimiento que no para, anoche le dijeron "dale campeón". Que además a la 3 y la 5 de Tortuguitas me las llevaría a mi casa para consolarlas, pobrecitas. Que la hinchada masculina se empinga cuando las chicas se tocan la cola para darse ánimo. Que se pone loca esa misma hinchada cuando el Estrella aguanta la pelota defendiendo (cómo me gusta cómo defienden...) porque estas minas sacan una cantidad infinita de ovarios para resistir, y cuando las otras se cansan de tirarle chutazos aparece el Estrella que me gusta, contragolpeador irreverente, atrevidas. Que cuando la morocha con el número 13 en la espalda remata hace tronar el escarmiento, que su brazo delgado pega como una sentencia de muerte. Que me encantan cuando se hacen las pillas, cuando guardan el cuerpo y sacan a relucir tanta falta de respeto. Que me emocionó verlas cantar, revolear champú, tirarse al suelo. Que son mujeres hermosas cuando sacan tanta gloria, con la camiseta chivada de pasión eternal. Que son mujeres hermosas. Estrella de Maldonado es un equipo de voley de mujeres hermosas.
Estas líneas, escupidas, desprolijas, están dedicas a esas mujeres hermosas.
Y además están dedicadas a vos, Gordo, tocayo maravilloso, que violando la ley del tiempo y del espacio, estuviste ahí, venciendo al diablo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

pablo querido, emocionante lo que escribiste, para los que vivimos el voley desde chicos nos resulta increible que nuestro voley genere algo como lo que estas contando. Y que estrella, nuestro lugar en el mundo, trascienda y la gente sepa de que se trata es alucinante.
Un gusto enorme haberte conocido, y no dejas de sorprender, emocionantes tus palabras.

Saludos, Pablo Del Grecco y su enemigo intimo el diablo.

Adolfo Calatayu dijo...

Que lindo,que lo parió.

rambonarda dijo...

A tono con el poxt le digo que usté es groso, pero es mucho más groso tocar con el más groso del mundo, un día de estos paso a buscar a cafiero y vamos a escucharle.


http://a.yfrog.com/img610/1074/l4jog.jpg


Después no diga que no le avisé

Recomenzar dijo...

Muy lindo tu blog Te he leido tiene el sabor de lo argentino Veni te invito con té un beso

cuti dijo...

conmovedor, re, y después te tiraste a descansar 6 meses? Acá hay que ac tua li zar.

Amperio dijo...

Y, viejo..? Vuelve o no vuelve..?
UAP, mi chafazrójas.

rambonarda dijo...

Más que el sabor de lo argentino, tiene sabor a añejo y a olvido.
Yo lo invito a tomar un té de tamarindo con una croasán uruguaya...

Ah otra cosa: Puede ser que no haiga maniseada findeañera? Puede ser que el mundo se haiga volvido en algo tan cruel? Puede ser que sean tan putos? Puede ser?